Con frecuencia hablamos de lo importante que es decidir sobre nuestros cuerpos y sobre el aborto seguro, sin embargo, la conversación sobre cómo hablar abierta y empáticamente del aborto ya sea con familiares, amigos o incluso la propia pareja es igualmente importante y suele quedar de lado.
El aborto es un procedimiento médico seguro y el derecho a acceder a él de manera legal poco a poco se ha abierto camino en Latinoamérica. Tan solo en México ya está despenalizado a nivel federal desde septiembre de 2023; en Uruguay y Cuba el aborto es legal hasta la semana 12 de gestación, en Argentina hasta la semana 14 y en Colombia hasta la semana 24. Hablar de aborto legal a nivel político y social es muy común, ¿pero qué pasa en la esfera privada?
Sin duda hablar de aborto puede llegar a ser un tema difícil de abordar, pero puedes partir del entendido de que no tienes que convencer a nadie de nada, sino solo abrir una conversación o dejar reflexiones a considerar.
¿Cómo hablar de aborto libremente?
Antes de abrir la conversación de un tema tan complejo, considera estar en un ambiente seguro, pues aunque es un tema relevante, recuerda que no tienes por qué debatir sobre tu cuerpo ni tus decisiones con nadie con quien no te sientas cómoda, mucho menos si te sientes presionada.
De preferencia, compártelo con personas de tu red de apoyo, tu círculo de confianza o con grupos seguros de organizaciones feministas. Ya sea que hayas atravesado por una situación de aborto, alguien cercano te quiera contar su experiencia o simplemente quieras compartir tus inquietudes, recuerda propiciar siempre un ambiente empático, respetuoso y libre de juicios de opinión.
Una vez que te sientas lista, puedes comenzar por hablar con hechos. Desde los más básicos, como una definición simple y sencilla del aborto (la interrupción voluntaria de un embarazo), hasta con suaves recordatorios de que el aborto es un derecho humano en sí mismo y está asociado a otros, como el derecho a la autonomía y la integridad corporal.
Muchas veces, hablar sobre aborto se trata de dar un mensaje honesto, preciso y claro, pues para algunos la decisión de terminar o no con un embarazo puede resultar conflictiva, por eso es importante retomar algunos datos, como el que el aborto no causa infertilidad, ni depresión y que al contrario de los tabús, la mayoría de las mujeres y personas gestantes abrazan una sensación de alivio una vez que abortaron.
Para continuar esta conversación, es necesario evitar el juicio y los estereotipos, esto significa que todos los abortos son justificados mientras la persona que va a abortar lo desee así y, de igual manera, es importante ser conscientes de que existe una variedad distinta de experiencias de aborto y una diversidad de personas que tienen y necesitan abortos.
Reconocer la diversidad es en particular importante al hablar del tema, porque ningún aborto es igual, pues ocurren en muchos contextos socioeconómicos y culturales diferentes, afectan a personas con diferentes edades, experiencias y valores; además, los abortos seguros no siempre ocurren en clínicas, muchos también se pueden hacer a través de pastillas abortivas desde la comodidad del hogar.
Otro punto a considerar para hablar de aborto con familia, amigos o incluso tu pareja es mantener el enfoque en la salud y los derechos de la mujer o persona gestante embarazada, pues el derecho a decidir sobre un embarazo siempre le pertenece a ella y solo a ella, pues se trata de sus propias circunstancias. Es una decisión libre y autónoma.
Embarazo forzado: otra perspectiva al hablar de aborto
Otro punto crítico que puede servirte a la hora de hablar de aborto y que muchas veces no se toma en cuenta es el daño directo que el embarazo forzado puede causar en la vida de las personas embarazadas que no lo desean.
El embarazo forzado implica privar de un derecho constitucional y humano a una persona al controlar su cuerpo y su futuro. Además, negarle a alguien la atención del aborto tiene consecuencias devastadoras y duraderas, entre ellas, poner en peligro su salud, su bienestar económico y su capacidad para determinar su propio futuro.
Mientras que algunas personas tendrán los recursos para superar los obstáculos impuestos por las leyes restrictivas, la estigmatización y criminalización del mismo, las personas de bajos recursos, jóvenes o inmigrantes suelen ser quienes tienen más probabilidades de ser obligadas a continuar un embarazo no deseado. Esto no solo puede acarrear consecuencias devastadoras para sus futuros y frenar sus planes de vida, sino que también puede afectarlas de manera mental, física y emocional.
Por último, recuerda siempre escuchar activamente, sin prejuicios y mostrando interés genuino por comprender las perspectivas y experiencias de los demás. Esto es una forma de practicar la empatía y de reconocer y validar las emociones de las personas involucradas en la conversación.
Toma estos puntos a la hora de abrir la conversación acerca del aborto y verás que podrás charlar de tus inquietudes y experiencias en un ambiente respetuoso, libre y seguro, donde seguramente encontrarás respuestas que enriquezcan tus perspectivas.
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