Un aborto provocado, o inducido, se refiere al procedimiento para terminar con un embarazo de manera consciente. Es decir, la madre del feto puede decidir abortar ya sea por cuestiones de salud o decisión personal, sea cual sea la razón, es una elección libre por la persona gestante.

Desafortunadamente, en muchos países el aborto por elección libre aún es ilegal, lo que lleva a las mujeres a hacerlo solas o en clínicas clandestinas, donde se pone en riesgo su salud, pues al tener un mal procedimiento, se exponen a infecciones o procesos sépticos.

Tipos de aborto provocado

Como mencionamos anteriormente, existen dos tipos de aborto provocado: el aborto terapéutico, cuando se realiza por razones médicas, por ejemplo, en caso de suponer un riesgo grave para la salud física de la madre o del feto o por la libre elección de la persona embarazada, en cuyo caso en México se conoce como interrupción legal del embarazo (ILE).

En la Ciudad de México y algunos estados como Oaxaca, Hidalgo y Veracruz, la ILE puede efectuarse antes de las 12 semanas de gestación a través de dos formas principales, por aborto farmacológico o aborto quirúrgico.

El aborto farmacólogico o con pastillas, también conocido como aborto médico, consiste en un procedimiento seguro, con alto grado de eficacia que sirve para interrumpir el embarazo de hasta 12 semanas con mifepristona y misoprostol o solo misoprostol. Dependiendo del historial médico y las semanas de embarazo de la persona gestante, el médico recetará la dosis adecuada de los medicamentos aprobados para el aborto.

Por su parte, el aborto qurúrgico se refiere a la terminación de un embarazo no deseado por medio de la extracción del feto y/o la matriz de la madre. En este caso, se dilata la abertura al útero (el cuello uterino) y se coloca un pequeño tubo de succión en el útero. La succión se utiliza para extraer el feto y el material conexo del útero.

Cuidados después de un aborto médico

El aborto médico no requiere cirugía ni anestesia, de hecho es un proceso bastante sencillo que se puede realizar en casa, aunque antes de realizarlo debes consultar a un especialista para que te asesore correctamente y después del procedimiento, debes acudir con tu ginecóloga para asegurarte de que no haya complicaciones.

Además del sangrado vaginal y los dolores abdominales, un aborto con pastillas pueden provocar náuseas, vómito, fiebre, escalofríos, diarrea y dolor de cabeza, por lo que se recomienda que después de tomar las pastillas puedas reposar un día completo.

Otros cuidados básicos que debes tener en cuenta son los siguientes:

  • No utilices tampones ni copa menstrual hasta tu próxima menstruación. Puedes suplirlos por toallas sanitarias o calzones menstruales.
  • Evita tener relaciones sexuales por lo menos de 15 a 20 días, pero tu ginecóloga puede asesorarte para saber cuando retomar tu vida sexual.
  • No te realices duchas vaginales ni tomes baños de inmersión, porque el útero está más expuesto a infecciones.
  • Descansa y evita hacer ejercicio pesado así como practicar natación.
  • No tomes otros medicamentos y evita el consumo de alcohol y drogas.
  • Toma mucha agua y mantén una dieta balanceada.
  • Masajea la parte baja del abdomen para disminuir los calambres

Cuidados después de un aborto quirúrgico

El aborto médico no requiere cirugía ni anestesia, de hecho es un proceso bastante sencillo que se puede realizar en casa, aunque antes de realizarlo debes consultar  a un especialista para que te asesore correctamente y después del procedimiento, debes acudir con tu ginecóloga para asegurarte de que no haya complicaciones.

La menstruación después de un aborto quirúrgico regresa después de 4 a 6 semanas, pero hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones para poder recuperarse rápido y seguro:

  • Quédate atenta a señales de fiebre, pues podría tratarse de una posible infección. Si la detectas, contacta de inmediato a tu ginecóloga o persona que realizó el procedimiento de aborto.
  • Las molestias al orinar durante las primeras horas son normales, así que procura hacerlo despacio y con calma.
  • 15 días después de la intervención se recomienda acudir al ginecólogo para que te realice un ultrasonido y comprobar que el útero está vacío.
  • Evita realizar actividad física pesada como correr o hacer grandes esfuerzos.
  • No uses duchas vaginales, tampones ni copas menstruales.
  • Debido al cambio hormonal puedes tener náuseas, así que no te alarmes.
  • Evita tomar medicinas que no te recete tu ginecóloga, especialmente la aspirina porque puede hacer que aumente tu sangrado.

Además de estas sugerencias, recuerda los cuidados emocionales que debes tener después de un aborto. Ya que puede traer consigo diversos pensamientos negativos, así que lo más importante es el autocuidado y la comprensión hacia una misma. Procura tener una red de apoyo para poder hablar sobre los sentimientos que el aborto pudiese llegar a generar.

Si necesitas más ayuda acerca del aborto provocado, lee nuestro blog.